Ampararse bajo un sello de calidad es el objetivo de la raza de vacuno Blanco Cacereña, aún en peligro de extinción. Es una de las razas autóctonas de España con su característico color de piel blanco. En la actualidad, el censo de esta raza se reduce a 26 ganaderías, en su mayoría de Cáceres, con casi un millar de animales.
Quienes han probado su carne, hablan de su exquisito sabor, gracias a su grasa infiltrada.
La asociación, presente en el I Salón de la Carne de Calidad, persigue dar a conocer esta raza, mejorar su genética y ampararse con un marca de calidad IGP, en proceso.
Nos lo cuenta Eugenio Porras, uno de los ganaderos de la asociación: